YA CASI NO M’ACUERDO
( Ejercicio recomendado para ejercitar la memoria )
Allá por el dos mil cinco,
al pié de la sierra Guara,
en Ibieca, por más señas,
bonito, donde los haya,
tres amigos se metieron
en una dura emboscada:
organizar un encuentro
de motos viejas y raras,
pa disfrutar del paisaje,
pa disfrutar de las máquinas
que estaban po los garajes
y traían restauradas.
Dos mil seis y dos mil siete,
poniendo perras y ganas
trajo este encuentro a Monegros,
a Alberuela, que no es paja.
A partir de ese momento
puso Alberuela en el mapa
de moteras y moteros
extendidos por España.
En los dos primeros años
pagamos la novatada
de organizar en verano
esta especie de quedada.
Hace calor en Monegros,
y en agosto ¡ qué pasada !
Moteros medio axfisIaus,
motos que se calentaban…
hasta las ranas pedían:
¡ por favor, que nos den agua !
Pero aprendimos un poco;
retrasamos la pachanga
a primeros de setiembre
y aquello fue una gozada.
Se hace pequeño el salón
y hay que salir a la plaza…
pero allí el sol no perdona.
¡ Hay que alquilar una carpa !
Nos pareció lo más fácil
la carpa de la Comarca…
pero pusieron un precio
que nos escacharró el alma.
Pues a buscar soluciones
entre todos, que hace falta
tener una buena sombra
pa compartir buenas viandas.
Nos propusimos un reto,
y tres u cuatro semanas,
en sábados y domingos
nos preparamos las tablas.
Ya estaba la carpa hecha
pero había que montala…
tos éramos ingenieros
sin saber ninguno nada.
Pero..., al final, la montamos
aunque a trancas y barrancas.
Había que poner toldos;
unos decían de rafia,
otros de RENFE alquilaus…
y al final, sin decir nada,
pusimos toldos baratos
que nos jodió una tronada.
Había que hacer cartel
y ruta bien estudiada,
y preparar la comida,
con una buena ensalada
y postres, luego café,
pero de licores nada
que luego hay que conducir
y la pista está mojada.
Si vendrá u no vendrá gente,
y si trairán motos guapas,
si les gustará el paseo,
si han de ser matriculadas…
¡ Este fregau es mu gordo !
¡ Nos himos metido en barzas !
Pero el domingo de turno,
cuando aún es de madrugada,
y sientes gruñir motores
todos los miedos se pasan.
Un chute de gasolina,
chocolate y unas pastas
nos ponen en pié de guerra:
¡ Hay que ganar la batalla !
¡ Hemos llegau a la diez,
a la catorce, y nos falta
muchas cosas que aprender
pa cada año mejorala.
Estos años hemos visto
pueblos bonitos de España:
Alquezar, Graus y Monzón,
Sariñena y Lacuadrada,
Lalueza, Sena y Sodeto,
Castelflorite y Lanaja.
Blecua, Torres, Antillón,
Sesa, San Juan y Peralta,
Grañén, Estadilla y Fonz,
Tardienta, Abiego y Torralba.
Cartuja, Barbastro y Huesca,
Montesusín y Alfántega,
Senés, Villanueva y Robres,
y aunque sólo de pasada
La Masadera, El Tormillo,
Frula y to la redolada.
A San Lorenzo y Marcén,
Argavieso y Alcalá,
Orillena, Poleñino,
y ¡ huy que no m’acordaba !
por Fraella y Tramacé,
Albalatillo y Peñalba,
que, aunque allí no himos estau,
me va bien pa la rimada.
Sangarrén y Radiquero,
Pertusa, Pueyo y, aguarda,
a Salillas y Almuniente,
y, allá po la quinta u cuarta,
fuimos a Huerto y Barbués,
y, como quien no la mata,
hemos ido hasta Adahuesca,
Albalate, y por las rampas
llegamos hasta Alcolea.
Después de buenas bajadas
cruzamos Pomar por medio.
Y por done cai el agua
El Grado, y Huerta de Vero,
Castillazuelo, y me falta
Cantalobos y Valfonda,
que si no igual se me enfadan.
No sé si me dejo alguno,
quien lo sepa que lo añada,
que a nadie le sabe malo
que alguien mejore la charla.
Cada año, tras la comida,
Hay un momento de calma,
tensa, por saber cuál es
la moto más valorada
que se lleva el pistón de oro,
y si no es de oro es de plata,
u cobre, que son iguales,
sólo cambia la fachada.
Hemos tenido el honor
de compartir la jornada
con campeones ilustres
en más de una cilindrada;
Capapey, Domingo Gris,
Mendivil, de la quedada
como amigo que, cada año,
repite de buena gana.
También hay moteros fieles
que repiten y se guardan
esta fecha en sus agendas
como la fecha esperada.
Algunos nos han dejado:
por edad, por mala pata
yendo en su cabalgadura
a su faena diaria.
A todos nuestro cariño,
y en esta, que aún es su casa,
les guardamos siempre sitio
a los amigos del alma.
En estos últimos años
con la mochila a la espalda
hemos compartido rutas,
la comida y la esperanza
de vernos un año más
en esta hermosa hondonada
de la plaza de la iglesia
de Alberuela ¡ casi nada !
Y los amigos que vuelan
por encima de la plaza;
¡ que no ranquen la veleta !,
que nos priva en las tronadas
de rayos y maleficios
y hasta de las pedregadas.
Y no me olvidaba, no,
voluntarios, voluntarias,
gente del pueblo y de fuera;
sin vuestra ayuda esperada
esto no saldría a puerto,
sería ...agua de borrajas.
Y pa cocer este guiso,
no sólo carne y patatas,
sino este menú completo
que figura en nuestra carta,
hacen falta los dineros
o, como hicen otros, plata
que los colaboradores
aportan a nuestra causa.
Organismos oficiales,
Ayuntamientos, Comarca
aportando lo que pueden;
empresarios, empresarias,
que con su grano de arena
hacen navegar la barca
de concentración de motos
antiguas y restauradas.
Desde el Puntal os decimos:
A TODAS Y TODOS ¡ GRACIAS !
Antonio 2018-septiembre